domingo, 29 de julio de 2012

Tres películas para el domingo.

Las películas que voy a recomendar esta vez les van a sacar una que otra lágrima.




Dancer in the dark (2000), dirigida por Lars Von Trier y protagonizada por Björk. Tiene que ser la película más triste que he visto en mi vida, solo la he visto dos veces (sorprendentemente). La primera vez, dije que no volvería a verla jamás, pero no pude resistirme. La actuación de Björk es impecable, te unes a su personaje. Apenas empiezas a verla sabes que es Von Trier quien está dirigiendo, esa manera tan peculiar del manejo de la cámara. Las letras de las canciones de la película fueron escritas por Lars, y después de grabar este film, Björk informó que no trabajaría más en películas debido a que todo el proceso de grabación de este filme fue muy duro para ella. Seré amable con ustedes y les advertiré que tienen que tener preparada una o dos películas excesivamente felices para cuando terminen de ver esta. 





Mary and Max (2009), dirigida por Adam Elliot y protagonizada por las voces de Bethany Whitmore, Toni Collette y Philip Seymour Hoffman.  Esta historia está basada en hechos reales (lo cual lo hace más triste aún), es una historia en la que una niña elige una persona arbitraria de la agenda telefónica y decide enviarle una carta, esta persona resultó siendo Max, que es un viejo solitario adicto a comer chocolate e iniciaron una amistad por correspondencia. Yo me sentí identificada con Max en algunas ocasiones, quería golpear a la mamá de Mary y me reía bastante con Damien. Anécdota acerca de la película, en mi afán de recomendarle siempre películas a mis conocidos, les digo "ve Mary and Max, es animada" y la gente no entendía que me refería a animación, y se imaginaban una película alegre. 








Stoszek (1997), dirigida por Werner Herzog y protagonizada por Bruno S., Eva Mattes y Clemens Scheitz. Bruno es un alcohólico que salió de prisión con la condición de dejar de tomar. Se encontró con Eva, una prostituta que solo traería más problemas a la vida del hombre (cómo si no tuviera suficientes). Después de varias situaciones poco agradables, Scheitz le propone a Bruno irse a Wisconsin con él, allá estaba un sobrino del anciano y era una buena idea alejarse de Alemania, Bruno accedió a irse y Eva también fue con ellos. Estados Unidos fue algo totalmente distinto a lo que Bruno imaginaba y... no les contaré más. Esta sin duda es la película más deprimente que he visto y Bruno es un hombre muy patético que da mucha pena. No lloré, pero la manera en la que Herzog presenta este anti-héroe, te pone en una situación bastante incómoda. Se que casi ninguno se animará a verla, pero prometo que no perderán su tiempo si lo hacen. Algo que me animó a ver Stroszek, es que es la película que vio Ian Curtis antes de morir, y ¡qué buena decisión tomé al verla! Herzog es rarísimo, me encanta.


PD: Vayan a ver The Dark Knight Rises. 

¡Disfruten!

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